Octavio Paz  (1914-1998) Octavio Paz es uno de esos personajes que tuvo el don de la sensibilidad y la agudeza exquisita.  Dueño de una lucidez inusual incluso al final de sus días, sus poemas, ensayos y lenguaje no dejan de sorprenderme.  De hecho, decían que Octavio Paz le dio un nuevo lustre al idioma español.

 
  Cuando recibió el premio Nóbel de literatura en 1990, fue el más esperado, el más conmovedor y el más aplaudido. Su pasión por México lo llevó a crear uno de los libros más reveladores de la identidad y la individualidad de todo un pueblo: El Laberinto de la Soledad.

Es fabuloso que una persona de más de 80 años haya escrito con extrema sensibilidad los rasgos del sexo, el amor y el erotismo en su obra literaria; La llama Doble... sencillamente es un poeta y solo los poetas pueden hacerlo de esa manera

    Fue un hombre valiente y nunca escatimó la aventura,  estuvo en la guerra civil española y renunció a su cargo de embajador en la India en una época  en la que el régimen autoritario del gobierno Mexicano  representaba un peligro cualquier acción de desafío en contra de él.
 
 
 

    Viajó con los pueblos Mayas y convivió con ellos en iguales condiciones por cerca de un año y lo mismo estuvo viviendo en Francia, India y Estados Unidos conociendo particularmente la India de una manera profunda y mística transmitiéndolo a sus pomas y ensayos.