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La suave masa del cerebro adulto no tiene movimiento. Aunque consume más del 25 por ciento del oxígeno suministrado al cuerpo, no crece, no se divide ni se contrae.
El hombre tiene pequeños huesos que alguna vez estuvieron destinados a una cola, y músculos no contraíbles cuyo fin era mover las orejas.
Los 1.300 gramos que pesa el cerebro humano son la estructura de materia más compleja y ordenada que se conoce en el universo.
Para conservar los pies calientes, hay que ponerse un sombrero. El ochenta por ciento del calor corporal escapa por la cabeza.
El cuerpo humano consta de cerca de 60.000 millones de células, y cada una de ellas tiene un número de moléculas 10.000 veces mayor que el número de estrellas que hay en la Vía Láctea.
Hace relativamente poco tiempo que se reconoció que la luz va del objeto hacia el ojo. Hasta hace unos 400 años, se pensaba que era algo en el ojo lo que salía y veía al objeto.
El cerebro está rodeado de una membrana que contiene venas y arterías La membrana está rodeada de nervios sensitivos. En cambio, el cerebro en sí no tiene sensibilidad; si se le corta su poseedor no siente dolor.
Las señales nerviosas viajan por las fibras nerviosas o musculares a velocidades que pueden llegar a los 322 kilómetros por hora.
La sensibilidad del ojo humano es tan aguda que, una noche clara y sin luna, una persona que está en la cima de una montaña puede ver un cerillo encendido a 80 kilómetros de distancia. Para gran asombro suyo, los astronautas que se encontraban en órbita alrededor de la Tierra podían ver las estelas de los barcos.
El ácido clorhídrico que intervine en el proceso digestivo humano es tan corrosivo que puede quemar fácilmente un pañuelo de algodón, e incluso el metal de la carrocería de un automóvil. Sin embargo no daña las paredes del estómago, que están protegidas por una película de mucosidad pegajosa.
Debido a que en el corazón y el cerebro humanos se producen movimientos regulares de corriente eléctrica, existen pequeños campos magnéticos alrededor del dorso y el craneo de todo ser humano. Pero el hombre, que se sepa, no posee la cualidad de tener un órgano con el que pueda exteriorizar esa fuerza a distancia, tal como lo hacen los peces eléctricos.
El riñón está formado por un millón de pequeños tubos cuya longitud total, contando ambos riñones, es de 64,5 kilómetros.
Las hijas de una madre daltónica y un padre de visión normal no tendrán defectos en la visión. Pero los hijos, sin embargo, heredarán el defecto materno y no percibirán los colores.
Cada individuo tiene cerca de 400.000 átomos radiactivos desintegrándose en otros átomos de su cuerpo cada segundo. Pero no hay que preocuparse porque acabe hecho pedazos. Cada célula de su cuerpo contiene un promedio de 90 billones de átomos –225 millones de veces los 400.000 ya citados-.
Durante una caminata rápida o una discusión acalorada, el corazón bombea sangre más aprisa que durante las relaciones sexuales.

 

 

 

La presente información solo es con fines de divulgación cutural o educativa y yo: Mauricio Gustavo Ordóñez Servín no me hago responsable de lo que el lector haga con ella.

 

 

 

 

 

 

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